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“Crecen las ganancias de EMSA, pero también los apagones”. José Manuel Sandoval

Sandoval denuncia el deterioro del servicio en el Meta.

 

Mientras la Electrificadora del Meta (EMSA) celebra un aumento de ingresos por más de 904 mil millones de pesos en 2024, las comunidades del departamento siguen lidiando con cortes constantes de luz, altos costos y un servicio que no cumple los estándares mínimos de calidad, según la Superintendencia de Servicios Públicos.

El dirigente político José Manuel Sandoval alzó la voz frente al contraste entre las millonarias utilidades de la empresa y el abandono que viven los usuarios.

EMSA es una empresa que cobra como si funcionara bien, pero opera como un bombillo fundido. No hay semana sin cortes, y aun así sus ingresos crecieron un 22,5 % en cinco años, con ganancias netas superiores a los 43 mil millones de pesos”, aseguró Sandoval.

Según los datos del propio informe de gestión de EMSA, los hogares residenciales aportaron más de 481 mil millones, y la empresa recibió 151.523 millones en subsidios públicos, sin que eso se traduzca en mejor servicio.

Pero el panorama empeora. EMSA no cumple los indicadores SAIDI y SAIFI, que miden la duración y frecuencia de los apagones. De hecho, en 2024 fue el año con más interrupciones en el último lustro, con un SAIDI de 29,43 horas y un SAIFI de 50,77 veces.

Además, EMSA aparece en el informe oficial como una de las 5 peores empresas del país en prestación del servicio de energía.

En el Meta no nos falta energía, nos sobran excusas. EMSA es rentable, sí, pero a costa de los usuarios. Urge una auditoría externa, control político y presión ciudadana. No podemos normalizar la oscuridad en pleno siglo XXI”, reclamó Sandoval.

El llamado va acompañado de una campaña ciudadana para que los usuarios reporten públicamente las fallas del servicio. “No queremos más cifras maquilladas. Queremos que la gente cuente cuántas veces se va la luz, cuánto paga y cómo EMSA ha afectado su vida diaria”, concluyó.