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El contrabando tiene a campesinos al borde de la quiebra

Cincuenta costales terminaron en el fondo de un despeñadero en Ábrego, Norte de Santander.

Labriegos acusan al contrabando de su crisis, la imagen refleja la crisis de este renglón agrícola en el Catatumbo.

Producir una carga de cebolla le cuesta al agricultor entre cincuenta y setenta mil pesos, pero en los mejores casos solo reciben cien mil.

“Este tema del contrabando es el que perjudica tanto al campesino del Catatumbo, que en vez de recibir ayuda del gobierno lo que recibe es esta importación que no permite que la cebolla que se siembra en la región salga a la venta”, dice el abogado Nelson Arévalo.

Se calcula que en la actual cosecha de cebolla se han perdido cerca de cincuenta toneladas, siendo los más afectados los municipios de Ábrego y La Playa.