Bloqueos de taxistas paralizan vías clave de Villavicencio por alza del gas vehicular.
Villavicencio amaneció este miércoles con serias restricciones de movilidad luego de que el gremio de taxistas instalara bloqueos en las principales salidas de la ciudad hacia Bogotá, Guaviare, Casanare y Vichada. La protesta pone de nuevo en el centro del debate el costo del gas vehicular, combustible del que dependen miles de conductores en la región.
El malestar se debe al incremento aplicado el primero de diciembre que reavivó la inconformidad. Los taxistas aseguran que las conversaciones con el Gobierno Nacional habían dejado abierta la posibilidad de una reducción, pero que, en la práctica, el ajuste terminó siendo un aumento más. Según los conductores, el encarecimiento acumulado del último año ha elevado sustancialmente los costos operativos de cada turno, al punto de comprometer su sustento diario.
Los bloqueos, que se desarrollan en ciclos de 45 minutos, se concentran en Llano Lindo y en los accesos a los departamentos vecinos, aunque con el paso de ambulancias y casos prioritarios, el mensaje del gremio es claro: sin un acuerdo que garantice precios más competitivos y un suministro constante, no levantarán la jornada.
El impacto de la situación es mayor si se tiene en cuenta que en Villavicencio cerca de 2.200 taxis funcionan con gas vehicular y para muchos conductores, resulta contradictorio que en una zona productora de hidrocarburos el combustible sea más costoso que en otras regiones del país.
En medio de la tensión, Llanogas, afirmó que sus estaciones no han registrado incrementos recientes. La empresa recordó, además, que tras el Puesto de Mando Unificado realizado en Aguazul, Ecopetrol destinará 2,7 GBTU de gas para abastecer a Meta y Casanare hasta noviembre de 2027, bajo un esquema interrumpible que, según la compañía, debería contribuir a dar estabilidad al mercado en lo que queda del año y en el siguiente.
Mientras los taxistas insisten en que la presencia del ministro de Minas es indispensable para avanzar en una salida, la capital del Meta continúa enfrentando una jornada de congestiones y un debate que vuelve a poner sobre la mesa la fragilidad del abastecimiento energético regional.
