ANI lanza plan urgente para frenar los puntos críticos de la vía al Llano.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) presentó un nuevo Plan de Acción para intervenir los puntos críticos de la vía Bogotá–Villavicencio, un corredor que por años ha estado marcado por la inestabilidad pese a los constantes arreglos.
La propuesta define el uso de los 100.000 millones de pesos asignados por el Ministerio de Hacienda para 2026 divididos en dos frentes urgentes; el primero de ellos, la construcción del puente Naranjal, en sentido Bogotá–Villavicencio, y la estabilización definitiva del kilómetro 18, tramo que dejó la vía bloqueada por más de dos meses y cuya reapertura no resistió 24 horas sin nuevas afectaciones.
Durante una reunión con la Contraloría en la Cámara de Comercio de Villavicencio, la ANI presentó su hoja de ruta, que incluye un inventario de puntos críticos, estudios de factibilidad y análisis técnicos, jurídicos y financieros para una intervención integral del corredor. El plan se divide en tres etapas:
- Obras inmediatas en el K18 por 9.177 millones de pesos.
- Ejecución de los 100.000 millones en 2026 para soluciones “definitivas” en el puente Naranjal y el K18.
- Estructuración de una nueva ruta bajo el modelo de APP, actualmente en estudios.
Mientras tanto, el Invías continúa adelantando obras hidráulicas, drenes horizontales, señalización y estabilización de laderas, de manera temporal. Por su parte, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, reconoce al menos 90 puntos críticos activos en la carretera, que ha sufrido 22 cierres en cinco años y pérdidas superiores al billón de pesos durante el cierre de septiembre.
La ANI también destacó los avances del proyecto Boquerón–El Tablón, una nueva ruta de 32 kilómetros que superó la Fase II de estructuración y podría iniciar construcción en 2026, con túneles y viaductos diseñados para resistir movimientos de montaña. A esto se suma el programa Caminos Comunitarios, que busca crear vías alternas para reducir la dependencia del corredor principal.
