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A pesar de los trabajos de recuperación adelantados por Invías y Coviandina, la Veeduría Vial del Meta considera que reabrir el kilómetro 18 sería prematuro ante la persistente inestabilidad del terreno.

Reabrir la vía al Llano sería riesgoso si no se estabiliza la ladera, advierte Veeduría.

La Veeduría Vial del Meta alertó que la posible reapertura parcial del kilómetro 18 de la vía Bogotá –Villavicencio podría realizarse en condiciones de alto riesgo, debido a la inestabilidad del terreno y las constantes lluvias que se registran en la zona.

Durante una inspección técnica realizada el 6 de octubre, con apoyo de ingenieros de la Gobernación del Meta y de la Agencia de Infraestructura del Meta (AIM), el organismo ciudadano verificó los avances en las labores ejecutadas por Invías y la concesionaria Coviandina para recuperar la movilidad en el corredor, afectado por un derrumbe que cubrió los cuatro carriles.

Según el informe, Invías despejó dos carriles y reubicó temporalmente el material del deslizamiento sobre los otros dos, mientras uno de los tramos intervenidos recibe una capa de asfalto que permitiría el paso de vehículos pesados en los próximos días. Sin embargo, la Veeduría advirtió que esta apertura “podría implicar un alto riesgo” si no se estabiliza la ladera afectada. El organismo también advirtió que las lluvias podrían generar nuevos movimientos de tierra, por lo que insistió en la necesidad de implementar un sistema de estabilización y contención con diseño geotécnico, recursos financieros y compra de predios para ejecutar las obras de forma inmediata, aprovechando la temporada seca.

Entre tanto, Coviandina continúa con la rehabilitación del sistema de drenaje y manejo de aguas, aunque la Veeduría señaló que algunos tramos permanecen inconclusos por falta de permisos de acceso a predios privados, sumado, al deterioro de las vías alternas en Ubaque y Une, que han soportado el tráfico desviado sin recibir mantenimiento adecuado.