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En cuatro meses se cumplen 3 años de la caída del puente y la solución de fondo para este tramo de la vía al Llano no asoma por ninguna parte

 

El pasado 15 de enero, parte de la estructura del puente Chirajara, localizado en el corredor vial Bogotá – Villavicencio, y que estaba en proceso de terminación y posterior entrega, se fue al suelo por circunstancias que todavía no son del todo claras, y que obligó a demoler meses después la estructura que quedó en pie.

Desde ese momento, y aunque las autoridades viales nacionales han hecho presencia, y manifestado la intención de sacar adelante esta, y las demás obras pendientes, no se tiene claro el panorama frente al futuro del que es considerada una de las carreteras más importantes para la economía del país.

Precisamente, esta incertidumbre motivó al gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, a reclamar por la celeridad en el proceso, pues al parecer diferencias de criterios entre quienes deben tomar las decisiones, estarían demorando aún más el desarrollo de los trabajos.

“En enero de este año propusimos que nosotros no queremos una obra de arte, necesitamos una solución vial que el puente atirantado es muy costoso que es mejor hacer voladizos sucesivos, que es más económica y rápida la solución, pero necesitamos que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el concesionario se pongan de acuerdo muy rápido”, puntualizó en redes sociales Zuluaga.

Lo último que se ha sabido con relación a la carretera fue en junio de este año, cuando el Ministerio de Transporte anunció varias obras, pero haciendo referencia sólo al kilómetro 58 y no al puente de Chirajara.