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La mala disposición de elementos de protección está generando enorme impacto ambiental en el mundo, advierte la Cruz Roja.

 

El inadecuado desuso del tapabocas, o mascarilla como se le conoce en otros países, se está convirtiendo en una verdadera amenaza para la salud y sostenibilidad ambiental del planeta.

Un estudio de Environmental Science & Technology, difundido por la Cruz Roja, permitió evidenciar que el mundo está utilizando 129 mil millones de tapabocas y 65 mil millones de guantes desechables cada vez, muchos de ellos encontrados principalmente en la calle y en el mar sin ningún tipo de disposición adecuada.

El riesgo de fondo, más allá de la contaminación, es que estos desechos arrojados de manera irresponsable al suelo o dentro de la basura, se conviertan en vectores para el Covid-19 “que puede mantenerse latente y activo tres días en la superficie de este tipo de materiales”, agregó el comunicado.

Además, señala que elementos como mascarillas, batas, gorros y guantes, están hechos a base de plástico y polipropileno, sustancias altamente contaminantes.

“El ataque al ecosistema es doble, por la degradación de los productos tóxicos y por el efecto mecánico que producen, porque son ingeridos por animales marinos quienes son condenados a morir lentamente (como también sucede con los guantes, que son confundidos con medusas por delfines y tortugas marinas). Asimismo, corren el riesgo de morir atrapados en la maraña que forman los elásticos y mascarillas.

Se espera que con estas preocupantes observaciones las empresas públicas y privadas de Villavicencio adelanten estrategias de concientización sobre la adecuada disposición de estos residuos peligrosos.