La iniciativa pretende que los colombianos ya no trabajen 48 horas a la semana, sino 42, algo que resulta polémico para diferentes gremios y para los empresarios.

El proyecto de reducción de jornada laboral es considerado para varios analistas como algo negativo para las empresas en medio de un proceso de reactivación económica que, a juzgar por los resultados, va más lento de lo esperado y se demorará varios años.

La iniciativa plantea que la reducción se dé de forma gradual, es decir, cada año se bajarán 2 horas de la jornada actual, desde 2023 y hasta 2026, para que se cumpla con las 42 horas fijadas semanalmente.

“El país requiere ser competitivo y atractivo para la inversión extranjera. Si bien muchos países ya adoptaron el modelo, es necesario que la normativa sea congruente con la realidad económica”, afirma Luis Fernando Reyes Ramírez, socio de la empresa BDO, citado por Asuntos Legales.

Otra mirada, la de los empleados, tiene que ver con la afectación que tendrá en el bolsillo de ellos. Por ejemplo, por los lados de los trabajadores surge el interrogando de si este cambio desatará un impacto en el salario, la prima y la pensión de ellos.

Según La W, cuando esté aprobado en su totalidad el proyecto, no se vería afectada la pensión, la prima u otra prestación que los trabajadores tienen en la actualidad. Incluso, ese medio afirma que se mantendrán, para el tema de pensión, las 1.150 semanas de cotización exigidas actualmente para fondos privados y las 1.300 semanas de Colpensiones.