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La curiosa controversia por los cachos de la cantante Ana Veydó

Por primera vez, el grupo que ha llevado la música llanera por todo el mundo respondió preguntas de índole religioso.

 

Con un “¡Gracias, Bogotá! el grupo Cimarrón resaltó la acogida del público en el primer Joropo al Parque que se realizó el pasado fin de semana (sábado y domingo) en la Plaza de Bolívar.

La vocalista y directora de Cimarrón, Ana Veydó, dijo que “fue un día histórico, una noche inolvidable de concierto”.

Sin embargo, en medio de los aplausos, una espectadora preguntó sobre los cachos de vaca que la cantante se coloca en su cabeza en algún momento del show, y sobre las uñas del arpista pintadas de negro.

“¿Qué significan esos cachos? Para mí, los cachos son el símbolo del propio patas, pero de pronto y tenga otro significado, prefiero no prejuzgar. ¿Ustedes son creyentes? Ajá y veo la uñas negras del arpista… ¿Tienen contrato con el ángel caído? De todas formas es admirable hasta donde han llegado con esas tonadas recias… eso es bonito”, preguntó Nadia Escobar.

Y la respuesta de Cimarrón fue la siguiente:

“No podemos saber si todos los músicos son creyentes. La verdad es que nunca lo hemos discutido. Esto no tendría peso en su talento ni en su calidad humana, así que ni siquiera lo hemos planteado alguna vez como pregunta.

Sobre las uñas negras, pues… siempre nos ha dado una tremenda alegría que músicos jóvenes sientan que aquí tienen la libertad de llevar el color de las uñas o el cabello como lo deseen. No ha existido hasta ahora ninguna exigencia para la puesta en escena en ese aspecto específico.

Tampoco hay un contrato con ningún ángel caído. Los cachos merecen una respuesta aparte. Si se refiere a los cachos de venado, hemos dicho en varias ocasiones que se trata de una ocarina ancestral de la Orinoquía traída por Cimarrón a la contemporaneidad, con la cual visibilizamos la herencia indígena que ha sido arrasada por un conjunto de expresiones que se convirtieron en la única música representativa de la región y por el discurso dominante de una identidad regional única.

El tocado de los cachos de vaca, en cambio, es un elemento que pertenece a la estética de nuestro nuevo álbum La Recia, que es una exploración de espiritualidades, angustias mestizas, temores, recomposiciones del poder, algo que decir frente a un folclor absorbido por lo comercial o convertido en una muestra de carácter inocuo”.